La columna de Mildu

ESPERANDO EL “17”-GARRÉ

Se aproxima el choque “17”-Garré de la 5º fecha del torneo Apertura, y si bien no es un clásico tampoco es un partido más, según lo han demostrado tanto los jugadores como los hinchas de ambos equipos en los enfrentamientos de los últimos años. Curiosamente a veces hasta los encuentros de reserva han resultado más “picantes” que los de primera.
No es el partido que más quiero ganar, pero sí el más lindo para jugar, y con la camiseta de “17”. El año pasado viví muy lindos momentos vistiendo la del rojo (en la próxima columna me voy a referir a eso), pero los Garré-“17” no fueron lo mismo. En cambio, desde la otra vereda tiene mucha más emoción, por la chicana de mis amigos los sábados a la tardecita en el club, por los gritos desde afuera durante el mismo partido y por el post-match en el club nuevamente, disfrutando por dentro o bancándome las gastadas.
Con la gente de Garré está todo muy bien, les agradezco por haberme dejado compartir cenas de equipo y entrenamientos con ustedes desde que el club volvió al fútbol en 2004. Los que siempre me recriminan algo, un poco en broma y un poco en serio, son mis amigos. Por ejemplo, que les haya festejado un gol en un 3-1 en reserva en el 2006, o que haya sido “culpable” de la expulsión de “Nenuqui” en un 1-1, también en reserva, en el Interdigas 2005. Cómo se enroscan “Zapi”, Graciano y el “Loquito” Lucio cada vez que hablamos de eso…
Si en el partido que se viene tengo la suerte de hacerles otro gol (algo que de todos modos no es común en mí) y lo festejo no me puteen. No se trata de ser desagradecido, mal tipo o de querer provocar, quien juega al fútbol o lo ha hecho alguna vez sabe lo que representa meter un gol, y sobre todo en un momento como éste, en el que los resultados y algunas otras cosas no son de lo mejor para nosotros. No se dio, pero el año pasado podría haber sucedido a la inversa y seguramente también lo hubiera gritado.
Ya esperando el “17”-Garré, les mando un abrazo a todos y suerte para el domingo contra La Gloria. Desde Belgrano, sin torcer la boca ni arreglarse el pelito:

MILDU