El año pasado se dio eso de “estar en el lugar indicado en el momento justo”. “Tuviste que venir a Garré para salir campeón” suelen decirme, y es así: campeón del Clausura y de la temporada en mi único año vistiendo de rojo. En diez años jugando en la liga sólo había conseguido dos subcampeonatos, uno en Atlético Argentino y otro en “17”, por eso el título tiene un valor extra para mí. Ya estaba cansado de ver festejar a los demás año tras año.
El título fue en reserva, es cierto, pero qué importa, todos lo festejaron mucho igual. Quizá otros no lo comprendan, pero en Garré el fútbol se vive muy intensamente, siempre fue así según me han contado. Lideramos el torneo de principio a fin, pero aún así ¡qué difícil es ganar un campeonato! Al menos esa es la sensación que me quedó. Newbery nunca dejó de estar al acecho y de haber perdido al menos un partido el final de la historia podría haber sido otro.
Cual boxeador que yendo al frente recibe una contra que le hace temblar las piernas, a mitad de campeonato en la cancha de Atlético Argentino estuvimos 1-4 con un jugador menos y al borde del nocaut, pero en una de esas remontadas heroicas pudimos empatar y encarar la recta final convencidos de que iba a ser muy difícil ya que alguien pudiera vencernos. Ese fue “el partido”, sin dudas.
En cuanto a recuerdos puntuales de 2007, el mejor sin dudas es el del encuentro del Apertura que en Primera le ganamos a Newbery 3-1 en Garré, en el que encima hice un golazo de cabeza. Fue muy reconfortante escuchar los “ole” de la gente en los minutos finales por tratarse de Newbery, equipo con el que desde 2005 existe una importante rivalidad y en el que me hubiese gustado jugar alguna vez.
En síntesis (sin Santo), fue muy grato haber compartido un año con mis amigos como compañeros de equipo; con “El Pepo”, un grande a quien le deseo lo mejor; y con Nelson, el primer director técnico que tuve, allá por el ’86 cuando comencé en la 6º división de “17”.
PD: perdón Cecator por no haber llevado la pirotecnia para el clásico, jeje.
Sin otro particular, los saluda atentamente:
MILDU
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