Las derrotas de Garré 1-2 ante Unión Deportiva en Bonifacio y de Jorge Newbery 0-1 frente a La Gloria en 30 de Agosto en la segunda fecha del Clausura dieron pie para referirse a un tema recurrente en cualquier charla de fútbol: las canchas difíciles de la Liga Cultural, esas en las que realmente se siente ser visitante. Con las excepciones correspondientes, las de La Gloria F.C., Unión de Bonifacio, Salazar F.C. y Deportivo Argentino deben ser las más complicadas a la hora de entrar a disputar un partido.
Si bien el público no juega, en las cuatro se hace sentir mucho y no sólo agranda a los locales y/o achica a los visitantes, sino que en algunas ocasiones también logra que los árbitros
favorezcan al dueño de casa. En el caso de las dos primeras, además, sus escasas dimensiones y el mal estado del piso hacen los partidos friccionados y de pelota dividida constantemente, y un pelotazo que llega fácilmente de un área a otra ya genera una situación de peligro.
Todos esos factores predisponen mal a quienes deben ir a jugar allí, sobre todo a aquellos que prefieren llegar al arco contrario con pelota al ras del suelo, y varios terminan fastidiándose, lo que por ende afecta su rendimiento. Esto en parte puede explicar por qué dos de los equipos más ricos en cuanto a nombres, como Garré y Newbery, perdieron con dos oponentes considerablemente inferiores, pero de ninguna manera se pretende desmerecer a los vencedores, quienes también hicieron su parte, ni tapar otros detalles que aportan a la cuestión, como el estado físico, la mala puntería para definir o la suerte, por ejemplo.
Con respecto a Garré puntualmente, desde su regreso a la Liga Cultural, en 2004, no ha podido ganar en las canchas de La Gloria (3 derrotas y 1 empate), de Newbery (5 caídas y 1 igualdad) y de Roberts (2 derrotas y 3 empates), mientras que en Salazar ni siquiera un empate ha conseguido (4 reveses).
Psicólogos deportivos remarcan que los jugadores no deben atraparse con factores contra los que nada pueden hacer (el estado de un campo de juego es uno de ellos) y que deben pensar positivamente para sacar un partido adelante. En teoría correcto, pero en la práctica no es tan sencillo. Quien ha jugado o juega lo entenderá perfectamente.
Insisto, no se trata de simplificar todo y echarles la culpa a las canchas por ciertos resultados, sino de mostrar la realidad. Una realidad que también marca que el próximo domingo Garré deberá visitar uno de esos estadios bravos, el de La Gloria, con la obligación de sumar tres puntos para que Deportivo Argentino no se le escape aún más y con el desafío de conseguir allí su primera victoria.
Adrián Benéitez.
miércoles, 3 de septiembre de 2008
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