jueves, 30 de octubre de 2008

LO QUE QUEDÓ DE UN DOMINGO DE GLORIA

El árbitro pitó el final del partido y el clásico terminó en la cancha, pero afuera continuó, los jugadores y la gente querían seguir disfrutando porque el 5-1, no tengan dudas, fue el triunfo más importante de todos los conseguidos ante El Ceibo, por lo que fue en sí semejante baile y por lo que se evitó, una vuelta olímpica en las propias narices. A la caravana por las calles de Garré le siguieron los festejos hasta tarde en el club y por supuesto los especialistas en el tema tomaron la posta con las gastadas por celular y en Internet.
Según nos comentaron, los jugadores y los garrenses que habían viajado para ver el partido trasladaron el clima de fiesta al Chevallier en el viaje de regreso hacia Buenos Aires. Hasta cerca de Pehuajó hubo “cotorreo”, risas y fotos, aunque esta vez faltó una notebook, como luego del clásico del Apertura, para ir reviviendo el partido en imágenes. Pero los días pasan y los ecos de la goleada no cesan, la felicidad de acá quizá no nos deja tomar conciencia de lo duro que pegó esta derrota del otro lado, a tal punto que en Casbas hay quienes creen que Mario Rodríguez se hizo expulsar a propósito porque había recibido dinero de gente de Garré (info de fuente muy confiable). Una locura desconfiar de esa manera, pero eso ya no es nuestro asunto.
Antes de la 9º fecha el periodista treslomense Mario Barrio se preguntaba “¿de qué se disfrazan los jugadores de El Ceibo si llegan a perder este campeonato?”, y agregaba “se tienen que ir a vivir a Ushuaia”. Claro, la ventaja que llevaban los celestes era muy importante, pero todavía les faltaba venir a Garré. Ahora todo sigue dependiendo de ellos, y en teoría son quienes mayores chances de ser campeones tienen, pero no sería mala idea que tuvieran algún disfraz a mano, por las dudas.
El cimbronazo del 1-5 seguramente ha reducido mucho la gran confianza que traían los jugadores de El Ceibo y tendrán que salir a enfrentarse a Atlético Argentino con una enorme presión, sin Rodríguez, uno de sus hombre más importantes, y sabiendo que si se les escapa el campeonato el mismo domingo el que lo ganará es El Rojo y que si van a un desempate será con El Rojo, nada más ni nada menos.
Garré, por su parte, tiene mucho menos que perder porque durante todo el torneo ha estado en la persecución, aunque la confianza y la fe están por las nubes. Lo peor que le podría pasar sería perder o empatar con Juventud si El Ceibo también es derrotado (recordar que los separan dos puntos), pero aún así, gracias al “concierto” del Domingo 26, el honor estaría a salvo.
Bonus track: además de la alegría por haber ganado el clásico nos quedó la satisfacción de haber vuelto a ver a “Pepo” Balbuena, quien vino a Garré a pasar el fin de semana y a alentar a su querido Rojo.






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